martes, diciembre 30, 2014

Policías y sicarios

En aquel tiempo, jugábamos a policías y ladrones... bueno, yo no, creo que no jugaba con los demás...
Como sea, había un sentimiento más bien claro de lo siguiente: Cuando alguien incurriera en una falta, podía ser sancionado por alguien más, y era posible confiar en que esta persona -quien sanciona las faltas- llevará a cabo dicha acción con apego a alguna idea de justicia.
Recién tuve la terrible idea de que los niños de hoy no juegan a policías y ladrones, sino a policías y sicarios, y que en su imaginario no está vigente ya aquella idea de la posibilidad de justicia sino una cínica dinámica de conveniencias y un vacío moral, tal como sucede con los adultos en la realidad.

Comienza un nuevo año y muchas oportunidades para hacer las cosas mejor, los mejores deseos para todos.

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