martes, octubre 28, 2014

Mas si osare un elemento policial... (o "Es mentira que la policía viola la autonomía al entrar en los campus de la UNAM")

No es novedoso encontrar en las noticias, o en lo cotidiano, testimonios que muy sensatamente nos mueven a desconfiar de los cuerpos policiales. Lo anterior, no obstante, no es motivo para divulgar la siguiente información falsa: La policía no puede entrar a los campus universitarios, pues ello viola la autonomía universitaria. 
Lo que presentamos a continuación no es en forma alguna una apología de los cuerpos policiales sino una exposición que busca refutar la falsa consigna de que la policía no puede entrar a la universidad, como se presume en esta imagen tomada de las redes sociales, por la sencilla razón de tratarse de información falsa:



Los alcances actuales de la Autonomía Universitaria atienden a una historia causal que se remonta a las Leyes Orgánicas de 1929, 1933, 1944, actualmente se refiere a tres aspectos que describiremos sucintamente:

1) Autonomía académica: La universidad puede nombrar y remover a su personal académico, seleccionar a sus alumnos y elaborar sus planes de estudios, así como expedir certificados de estudios (a diferencia del resto de las instituciones educativas nacionales, que dependen de la SEP).

2) Gobierno interno: La universidad puede nombrar y remover funcionarios, personal administrativo y establecer las normas que rigen a éstos.

3) Autonomía financiera: La universidad dispone libremente de su patrimonio y puede distribuirlo internamente como mejor lo considere.

La idea de extraterritorialidad, concepto jurídico que se ajustaría a la idea errónea de que los cuerpos policiales no pueden entrar a la Universidad, excede por mucho las atribuciones de la autonomía universitaria, se trata de un mito contemporáneo muy distendido debido fundamentalmente a la falta de información. 

Recordando a Barros Sierra*: 

“la autonomía no equivale a una sustracción de las Leyes del orden común ni a impunidad contra los actos delictuosos cometidos por universitarios dentro o fuera de sus recintos”

Así, “Todo aquel que sea policía y entre en territorio universitario estará violando la autonomía” es un juicio falso. 

No se entienda que pretendo sostener como verdadero el juicio contrario: “Ningún policía que entre en territorio universitario estará violando la autonomía.”, pues -en efecto- es posible que un policía viole la autonomía. 

¿Qué tendría que hacer un policía -o cualquier otra persona- para violar la autonomía universitaria? Simple: imponernos planes de estudios, violentar nuestros mecanismos de gobierno interno, o alterar nuestra administración financiera, regresando a Barros Sierra: 

“existe violación de la autonomía cuando el Estado coarte la independencia académica, o impida que ésta se rija internamente, (...) también hay violación cuando un partido político o una corporación privada interviene en la Universidad alterándola y dificultando el cumplimiento de sus fines.”

Así, todo aquel que cumpla con alguno de los tres requisitos precedentes, o una combinación de ellos, estará violando la autonomía universitaria, trate o no de un policía, e ingrese a territorio universitario o no.

Cito finalmente el comunicado del Consejo Universitario del 26 de Octubre de 1972: 

“Autonomía no significa fuero ni extraterritorialidad. Autonomía es el derecho que otorga la Ley a la Universidad para designar a sus autoridades, establecer sus planes y programas de trabajo, distribuir sus recursos económicos y organizarse sobre la base del respeto a la libertad de cátedra, de Investigación y de difusión de la cultura.”



*pueden cotejarse las citas en este artículo de Jorge Pinto, cortesía del Instituto de Investigaciones Jurídicas.

viernes, octubre 24, 2014

Facebook trucho

¿Qué significará esta versión de Facebook trucho?


¿Se ha caído el sistema?
No, seguramente me están hackeando debido al tremendo impacto de mi activismo... sí, eso debe ser.

martes, octubre 21, 2014

Miscelánea de falacias

Repasaremos a continuación cinco muestras de argumentación falaz tomadas de discusiones de gran relevancia en días recientes (el reglamento interno del IPN, el caso Ayotzinapa y los paros en distintas instituciones presuntamente en solidaridad con los dos anteriores). Independientemente de la postura que se tenga con respecto a cada uno de ellos, es preciso poner un escrutinio severo con respecto a las evidencias que consideramos al creer o descreer algo, así como en la validez de los argumentos detrás del establecimiento de dichas creencias, especialmente cuando esgrimimos argumentos por causas que consideramos justas.

1) Me referiré a la visita que -en su primera semana de paro- hicieron estudiantes del IPN a nuestro salón en FFyL, UNAM (este es un testimonio personal). En aquella ocasión, luego de hablarnos brevemente sobre de los detalles que les preocupaban con respecto al nuevo plan de estudios nos dijeron razones por las cuales -pensaban- debíamos solidarizarnos con ellos, entre éstas:

"Esto es una escalada, si ahorita le toca al IPN el año que entra puede tocarle a la UNAM"

Lo anterior se llama falacia de apelación al temor, su carácter falaz yace en el hecho de que se privilegia el llamado a la solidaridad previendo una situación adversa en el futuro antes que una buena exposición de los motivos por los cuales como instituciones o como ciudadanos debiéramos preocuparnos por la situación del IPN.

La situación preocupa, especialmente cuando está próximo a cumplirse un mes de paro, sin reportarse beneficio alguno de éste para los estudiantes y no resultando claro cuándo se levantará o qué condiciones tomará que sea así.

2) Días después tomó auge la noticia en torno a los incidentes violentos -e injustificables- en Ayotzinapa, aún hoy -a pocos días de cumplirse un mes de los hechos- se observa vaguedad cuando se pregunta "¿cuál fue la razón de lo que sucedió?"

Insisto, los hechos son injustificables y, aunque son complejos, sucede algo argumentativamente indeseable: una pregunta simple como "¿cuál es la causa eficiente de lo que sucedió?" que debería contestarse de manera simple como "estaban boteando, 'tomaron prestados' autobuses y fueron baleados" en contraste se contesta con cosas más bien vagas, o cuando menos imprecisas en tanto que no consignan la causa eficiente de los hechos, aún cuando hay información disponible al respecto.

En ese sentido, "porque el estado quiere que seamos ignorantes y ellos promovían un modelo diferente de educación" no es una respuesta satisfactoria.

De nuevo, nada justifica los horrendos actos acontecidos después; lo que sí sucede con una respuesta vaga es que nos queda un argumento trunco, oscuro, con una causa falsa como motor de los hechos. Ello compromete el argumento, lo vicia, así como las posteriores posturas derivadas de éste.


3)  La semana pasada hubo un paro de 48 horas en varias de las dependencias de la UNAM, luego de éste se presentó la siguiente situación:


La sola contigüidad de dos hechos puede bastar para que erróneamente pensemos que uno es causa del otro, se trata de otro caso de causa falsa, pues aunque en la nota se mencionan los paros, se mencionan también muchas otras cosas (por ejemplo, se da por hecho la réplica de los paros por 48 horas para miércoles y jueves de esta semana).

4) En el marco de la temporada asamblearia se observa recurrentemente un falso dilema con esta estructura:


Es decir, "o me solidarizo o tengo clases", la distensión es llanamente innecesaria, no hay un nexo entre las acciones de solidaridad y la suspensión de labores, ni mucho menos con las pintas en las instalaciones: perfectamente puede tenerse lo uno sin lo otro.

Esta última viñeta sintetiza bien el asunto: "#TodosSomosPolitécnico, aunque no sepamos bien los detalles en torno al reglamento, #TodosSomosAyotzi, aunque no todos podamos dar cuenta de qué sucedió, creemos que un paro pone los ojos del mundo sobre estos asuntos y quienes crean lo contrario están en contra de nosotros, del Poli y de Ayotzi."

5) "¿Cómo pueden indignarte más dos -o cuatro- días de clases que 43 desaparecidos?"

Es un planteamiento con un impacto retórico, además de ser falaz: es falaz por la falsa disyunción entre estar indignado por los 43 desaparecidos y desear tener clases; su impacto retórico sugiere que dicha distensión entraña una suerte de falla moral. De resultar admisible tal disyuntiva y tal juicio moral yo diría "¿cómo pueden indignarte más 43 normalistas desaparecidos que 138 jóvenes mujeres que van en el Estado de México en este mismo año?"
Evidentemente estaría diciendo algo ridículo, puedes indignarte por una cosa, la otra o las dos, y no me toca a mi decir por qué debe alguien más indignarse o no.

Corolario

No puede concluirse algo de una miscelánea de falacias, y es tal vez ese mi punto: promover iniciativas o paros con base en malos argumentos no sólo es dudoso, es además ofensivo, se trata de un abuso más, irónicamente cometido por quienes claman defender la justicia.

No cabe aquí conjeturar más al respecto, me parece que los argumentos se han presentado y toca al lector sopesar lo que ha leído.

jueves, octubre 16, 2014

Insipid 2000

En aquel tiempo, nos conectábamos a internet utilizando la línea telefónica, el buscador más poderoso era yahoo, la mensajería instantánea era por medio de icq y el porno era en imágenes pequeñas y de baja resolución.
De alguna forma, esta nueva tecnología nos permitía hacernos de música que tal vez no teníamos tan a nuestro alcance; podría ser que tomara toda la noche, o buena parte de ella, pero con suficiente paciencia y un poco de pericia lograbas descargar un .mp3
Había que escoger bien...
Escogí entonces "Insipid 2000", tema del disco Colony, lanzado por In Flames en 1999, y último trabajo de la banda que disfruté con agrado y escuché con harta emoción.

the world around me -
spartanic, minimalistic
a helpless excuse, a falling reality

Nunca -como con otras canciones de In flames- entendí de qué carajos se trataba, pero desde entonces -y especialmente ahora- me ha hecho pensar que se trata de un montón de frases que hablan del desencanto por el inicio de un nuevo milenio que consigo no trae en realidad nada nuevo: No hay un cataclísmico Y2K, todo seguirá siendo más bien igual.
Catorce años después, tiene sentido... y creo que es lo que diría alguien que pudiera otear los últimos 20 siglos en la historia de la filosofía, la lógica o el desarrollo de la racionalidad en la humanidad.

No obstante, discrepo con los In flames, pues pienso que ha sido divertido.