martes, julio 21, 2009

Doce hombres en pugna o 12 pugning men

No sé qué tan conocido sea este dato: La ciudad de México rompe récord en museos ubicados en una urbe a nivel mundial. Tal vez tampoco es cierto; aunque me lo dijo alguien confiable no hay razones para considerarlo un hecho. Por otra parte, además de la cartelera del Mix-up, existe la Chinalguía, el Tiempo Libre, la cartelera UNAM, la cartelera de Bellas Artes, del INBA, el FONCA , el Circo Volador y varias muchas otras que he olvidado o desconozco.

Hay cosas qué hacer para todos los bolsillos y cosmovisiones, si uno piensa que las opciones de entretenimiento las dicta la cartelera del cine, televisa o tv azteca es culpa suya.
Podría parecer que digo "bolsillos y cosmovisiones" como una conjunción artificial con el sólo objetivo de que mi cochino blog relumbre como uno de los más intelectuales de la blogósfera, pero no es así: Precio y cosmovisión influyen en el desarrollo cultural de la audiencia.

El teatro caro como un vagón de metro 2o mundo; es claro que no todos en la ciudad pueden pagar 500 pesos con holgura por pasar una tarde espectando un drama, pero también es cierto que quienes tienen la solvencia económica en cuestión no pagarían 50 pesos por observar un drama en un contexto que desmerezca su status: "No interesa que la chusma me vea ser culto; es la gente bonita la que debe verme."
Una declaración semejante es siempre una especie buscapiés ad hominem, ¿eso lo dices por tí o por quién? Si podemos brincarnos esa molestia -y sí que podemos- continuaré.

Es algo más bien natural, cada espectáculo tiene su nicho de mercado. La gente linda debe tener espectáculos con renombre a la altura de sus expectativas:

1) Actores de alta alcurnia: Por no mencionar que ellos necesitan trabajos en los que les paguen según su alcurnia.
2) Debe ser en foros de alcurnia: No hace falta mucho para darle alcurnia a un lugar, basta que sea bonito y que los precios discriminen a la chusma.
3) Debe lucir solemne: Suficientemente formal para hacelos sentir intelectuales.

Doce hombres en pugna presenta ante el espectador la distención que enfrenta un jurado gringo de la primera mitad del siglo pasado. El tema del drama es el juicio, entendido como diagnóstico, como actividad humana, y los distintos baremos que obnubilan el juicio de los hombres (y mujeres, para sonar como todos los cretinos de este país) al momento de determinar alguna cualidad respecto a algo. Claro, si lo digo en esos términos parece menos dramático; si concluyen que el acusado es culpable, este morirá... Pero eso es lo menos importante, la obra se trata sobre la argumentación y la teoría del juicio.

Me importa muy poco arruinarles el final de la obra, si son dramófilos o dramófagos asistirán, es más, tal vez ya conozcan la historia; si no y son unos viles posers que van al teatro por verse bonitos, además les estoy dando qué decir en el vestíbulo, de modo que no se quejen.

¿Y les arruinaría el final nomás por ojete? Sí, pero no es tal la razón para hacerlo.

La razón para revelar que la inocencia del acusado es el dictamen final del jurado, es que refuerza mi lectura de la obra como una ilustración de las pugnas que el razonamiento debe librar con prejuicios, emociones, pereza mental, falta de juicio, falta de compromiso social...

Los jurados no pueden determinar que el acusado de hecho sea inocente, pero tampoco que sea falso. Dado que no pueden intervenir en el juicio, las preguntas pertinentes que hubieran querido formular para que les fuese evidente un juicio u otro previo dictar su deliberación quedan en silencio. Son esas las preguntas que se desarrollan en el drama, y se confrontan al tiempo que superan cada uno de los vicios del pensar representados en los distintos hombres.

Si no les gusta mi exégesis pues lean otra.

Como puesta en escena es bien lograda, en tanto que logra que el espectador quede inmerso en el drama que es representado.

Sobra decir que el argumento es formidable, es algo que uno quisiera ver todos los días tan ostensiblemente.

Respecto a las localidades:

a) Vale la pena comprar los más caros porque son solo $1oo más costosos que los de en medio y deben ser indubitablemente mejores SALVO que consigan los de primera fila en primer piso.

b) Exceptuando a los de primera fila en primer piso, los demás lugares fuera de la planta baja dan lo mismo, de modo que si no consiguen primer piso fila A, compren de los más baratos, la diferencia es mínima y se ahorrarán $100.


De modo que si quieren impresionar a los suegros, la pareja o a ustedes mismos, la mesa está puesta y es una ocasión inmejorable. Están vigentes los descuentos habituales, de modo que si es usted pobre o tacaño podrá darse vuelo retrasando el avance de la taquilla mientras exhibe una (o varias) de sus cualidades.
Regresando al público asistente, y ya para terminar, no he de ser el más adecuado para juzgar quién es culto y quién no (tampoco el menos adecuado, pero no el más); lo que llama la atención es la posibilidad de estar en contacto con objetos de arte esforzados, historias presentadas con profundidad estética y lo mismo permanecer con el intelecto impasible, es decir dictar como juicio "esta película de Inclán si me gustó porque es menos vulgar".
Es inquietante que los objetos con gran potencial estético sean ametralladoras que disparan balas perdidas que casi nunca pegan en un blanco.
No es que me sienta tan especial, es que podría esperarse más de nuestra nación, digamos que contara con más ciudadanos pertinentes, sensatos, prudentes, si en efecto hubiese interés por la experiencia estética y no sólo por el bluff...
Ya que hablamos de la impertinencia y el desafío que esta implica para la razón, no olvide visitar
¡Dígale a sus amigos!

sábado, julio 18, 2009

Desde la trinchera

Como todos los adictos a las sustancias que alteran el sistema nervioso, me creo muy creativo. Recién les decía que pasando mis pezuñas sobre el teclado presumo estar escribiendo una noveleta; esta mañana se me ocurrió el argumento para una segunda y finalmente tengo los temas de las letras de las canciones de Gordupted que me faltaban (¡qué bueno porque ya se van a grabar!). Para rematar, hoy les comparto un poema épico titulado:

Desde la trinchera.

No puedo hablar por el resto de mis colegas, pero me atrevo a adelantar que es posible que compartieran algunas de las conclusiones a las que llegué y -sobre todo- hayan sentido emociones semejantes a las que ahora experimento.

Se diría que somos conservadores por ser antirebeldes; lo negaríamos porque el negarse a una postura no implica asumirse partidario de su contraria, pero las mentes binarias entienden el tercio excluso como la exclusividad respecto a la razón.

Debo decir que albergo una irrisoria gratitud por el minuto que los paladines de la justicia y lucha social universal tomaron para increparnos, desde su siempre correcto -según ellos y sus pobres madres- juicio, y luego vilipendiándonos difundir nuestro mensaje.

Si fueran mis manos conducidas por hilos al tiempo que blanden palabras sobre tela de araña, probablemente diría cosas parecidas a las que digo, pero ¿estaría tan contento como lo estoy?

A nadie le rendimos cuentas sobre el contento en nuestras almas, si "estás conmigo o contra mi" es la visión de pluralidad de los libertarios, el único temor mortal que sobre mi se cierne es que sea Momo quien me arrebate el último aliento en una sonrisa.

Disfrutamos en nuestra trinchera la deliciosa ironía que luchamos contra la opresión de los libertadores, pedimos apertura de diálogo a los promotores de la diversidad, y lo hacemos en una guerra de Guerrillas.

Disfruto sus calumnias, pues nada se evidencian salvo un hecho que me embriaga de gozo: tienen miedo.

Las ancianas siempre nos recuerdan que el temor son bultos que con nuestros actos cargamos nuestra conciencia.

Lamentarán seguramente haberle cargado tantos, pues los borricos no corren sino en Otumba, y evidénciase siempre que es una mala idea.

Debe ser duro saber que no todos te perciben como redentor de la humanidad, que cada vez menos gente se mueve de la indiferencia al rechazo respecto a tu vacua lucha social, y lo mejor: Ante tus ojos se desmorona la boina de guerrillero con que se coronara tu fantasiosa cabeza.

Halagado, satisfecho y sobre todo muy contento, deléitome con las palabras evidencia de tu miedo.

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Conclusión: Nunca compren mis novelas.

Eso sí, visiten: http://cheguevara-justosierra.blogspot.com/


Otro día les cuento la verdad sobre este escrito.

jueves, julio 16, 2009

Seis razones por las que no he publicado

Esta entrada es medio emo... En ella expondré las razones (si a alguien interesa) por las que no he publicado recientemente:


1) Estuve en coma intelectual

2) No sé si ya salí

3) Estoy terminando una novela, la idea es imprimirla en rollos de papel higiénico como grabado para que la gente siempre tenga como alternativa la lectura en momentos incómodos... Claro, estoy pensando en quienes me simpatizan... A mis detractores y sobre todo de aquellos a quienes desprecio les deseo con todo fervor que no tengan qué leer y mueran de aburrimiento mientras defecan, y más aún, que no tengan con qué limpiarse (una vez muertos y batidos sobra decir en qué).

4) Debo terminar una tesis de Maestría pues en agosto no tendré tiempo.

5) Me compré FIFA 08 para PSP (por ahí hubiera empezado).

6) Mi tiempo web lo dedico a http://cheguevara-justosierra.blogspot.com/ No he actualizado ni el blog del ACM1PT y me siento culpable por ello.



Termino con unos párrafos emo sobre la Universidad.

Iniciaba el siglo cuando, luego de algunos trámites que cualquier mozalbete alfabeta disfuncional -como dice el Posmo- podría llevar a cabo, logré matricularme en la Universidad.
Fue una gran satisfacción. Por motivos casi religiosos siempre supe que quería estudiar aquí, y hoy sé que vivo por ella.
Desde que ingresé a la Universidad no ha hecho sino dar. Seis años de educación superior, Licenciatura y Posgrado, sin pedir otra cosa que alto desempeño académico y aportar dignamente a la eficiencia terminal.
Adicionalmente diré que tengo una posición privilegiada. Soy estudiante, soy docente y soy trabajador. Conozco los problemas desde los tres puntos de vista y los siento míos desde todos los puntos de vista posibles.


Estoy en una cruzada por devolverle a la Universidad no algo de lo que me ha dado, eso me tomará una vida; devolverle algo que es suyo.


Conmínolos entonces a visitar http://cheguevara-justosierra.blogspot.com/ si no quieren que el coma intelectual se propague irremediablemente.